Una planta de calidad representa una integración de muchos factores morfológicos y fisiológicos (Ritchie, 1984). El estatus nutrimental es sólo uno de una serie de características fisiológicas que contribuyen a una planta sana (Wakeley, 1948), pero la importancia relativa de la nutrición para la supervivencia de las plantas y el crecimiento después del trasplante al campo es difícil de cuantificar. Para los que participan en la reforestación, existe una relación intuitiva entre nutrición mineral y la calidad de las plantas. Las plantas son autótrofos y utilizan la energía solar para producir compuestos orgánicos a partir de las materias primas de agua, dióxido de carbono, y elementos minerales. Mientras algunos nutrientes minerales pueden llegar a ser limitante para la planta forestal, el viverista es capaz de suministrar nutrientes a través de la fertilización para un crecimiento optimo de las plantas. Un vivero, por lo tanto, debe ser capaz de producir plántulas de alta calidad y con niveles óptimos de nutrientes minerales al momento de salir al campo.
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